miércoles, 23 de enero de 2013

Leyes, oligopolio y consumidores cautivos: Formar parte del sistema

Hecha la ley, hecha la trampa. Esta será la última entrada de mi blog de sociología. ¿Escueto?, más bien desalentador. Si continúo por el camino de la comprensión de la función social de la educación, vista a través de los ojos de la LOE, probablemente el camino que se verá truncado será el de mi vocación docente.

Lo admito. Lo siento. No creo en la Ley Orgánica de Educación. Complejo entramado de frases repetidas, declaraciones de buenas intenciones y perfecto cajón de sastre para que cada docente haga finalmente, lo que le de la real gana. Suele pasar con las leyes que no tienen mecanismos efectivos de control en su aplicación. Papel mojado suele decirse, como la Ley de Dependencia o la Ley de Igualdad efectiva de hombres y mujeres. Perdón, de mujeres y hombres.

Eso, tiene una clara consecuencia para el Máster de Educación Secundaria. Lo convierte en una especie de cartné de conducir. Aquí te vamos a exigir que conduzcas de una determinada manera, pero luego tú conduces como te venga en gana. La principal diferencia, es que no hay un guardia civil en cada clase. Y eso es un problema. Aunque no me plantea un dilema moral.

Mi problema moral, principalmente, es el siguiente: ¿Y si yo no quiero formar ciudadanos, sino personas? ¿Por qué razón habría yo de comulgar con toda la parafernalia pedagógica evasora de la competitividad, si luego cuando sagan lo único que encontrarán en el mundo laboral es competitividad? ¿No plantea esto un dilema? ¿Hipocresía? ¿Por qué no habría de ser sana la competencia?

Sin pretender caer en el Darwinismo Social, opino que no hay mejor manera de agudizar el interés o el ingenio, que teniendo una necesidad. Recomiendo el Lazarillo de Tormes como lectura. En tiempos como estos en los que (generalmente) los niños tienen cubiertas sus necesidades resulta muy dificil apelar al espíritu  inquieto de los muchachos, taimado por las videoconsolas y un estómago lleno. Y la LOE no te lo pone más fácil.

Su objetivo no es formar individuos críticos y capaces de imaginar contrafactuales. Su objetivo real es perpetuar una serie de ideas previas que favorezcan la supervivencia del estado creando individuos socializados a través un concepto de ciudadanía preconcebido. Y por supuesto, con ello favorecer a la casta dominante.

Esa casta dominante, en España se llaman "Empresas S.A", aunque no todas las empresas pertenecen a la casta dominante. Puede verse y se ha venido viendo en el sector energético entre otros, que la ley elaborada por el estado viene a establecer casi un Cártel para ellas. Además, condenó a los españoles a no pagar en su momento las subidas del précio de la energía, y por lo tanto a pagar intereses además de la deuda. Es lo que se conoce como déficit de tarifa.

Esas sociedades anónimas que lucran sin esfuerzo a sus accionistas, en el campo de la Educación Pública se llaman Editoriales. El mercado sobre el que se asientan es un oligopolio. Un reducido número de Editoriales se disputan un vasto número de consumidores secuestrados. Ha tenido que llegar la crisis económica para que las editoriales empezasen a experimentar descensos en sus precios y en volumen de ventas. Se hace necesario recordar que la "gratuidad de libros de texto" en educación obligatoria, eximía al ciudadano de su pago, delegando esa responsabilidad en el estado.

Lo más desalentador de todo, es que son los propios departamentos, los propios profesores, quienes deciden usar o no libros de texto. Desde luego es la salida más fácil. Y las editoriales "premian" a los departamentos de forma parecida a la que las farmaceúticas "premian" a sus médicos. Bochornoso.


Es un informe elaborado por ecologistas en acción, en el que no solo muestran el escaso interés de las editoriales por el impacto ecológico de su actividad económica, sino también el etnocentrismo y sesgo político y económico que ni cortos ni perezosos vuelcan en los libros de texto. Desalentador en todos los sentidos:

  • “La política de los gobiernos se ha preocupado sobre todo por la conservación de la atmósfera y las aguas, el estudio del impacto de las actividades humanas, la educación ambiental, los vertidos y las leyes que regulan el disfrute del medio ambiente”. p.141 Conocimiento del Medio 6º de Primaria Santillana 

  • "En esta unidad se analiza… el deterioro del medio ambiente y por qué en los últimos años se ha convertido en un problema tan acuciante que todos los gobiernos tratan de combatirlo" p.236 Economía 1º de Bachillerato Santillana

  • "El hombre, en su evolución sociocultural, ha tomado conciencia de la importancia de preservar el medio ambiente. Así, han sido los países más desarrollados económica y tecnológicamente los primeros en advertir el peligro que supone seguir degradando el medio y en adoptar medidas técnicas y legales para la búsqueda del desarrollo sostenible." p.250 Economía 1º de Bachillerato Santillana

  • "…en resumidas cuentas, los que gobiernan el mecanismo de mercado serán los consumidores, quienes mediante su demanda, indicarán hacia dónde se tienen que canalizar los recursos" p.36 Economía 1º de Bachillerato Santillana

  • "Los satélites artificiales tienen diferentes usos, como el envío de ondas televisivas, radiofónicas y telefónicas. También ayudan a predecir el tiempo meteorológico. Algunos han sido puestos en órbita alrededor de la Luna y Marte con el fin de estudiar estos astros" p.56 Conocimiento del Medio 6º de Primaria Everest

  • “Muchos países han tomado conciencia de este grave problema y se han organizado para celebrar reuniones anuales con el fin de reducir los numerosos y continuos destrozos que causa el desarrollo de las actividades económicas en el medio ambiente. Una de estas reuniones fue la celebrada en la ciudad japonesa de Kyoto en el año 1997. En ella se lograron acuerdos a escala mundial para hacer compatible el desarrollo tecnológico y la producción con el respeto a la naturaleza.” p.150 Conocimiento del Medio 6º de Primaria Edelvives 

  • "Hoy, todos los gobiernos, cualquiera que sea su ideología, intentan elaborar programas diseñados para promover el crecimiento y mejora del nivel de vida y una mejor distribución de la riqueza, tanto nacional como globalmente" p.12 Economía 1º de Bachillerato Santillana 

domingo, 20 de enero de 2013

La diferencia entre estudiar números y estudiar personas...

¿Considera usted que las instituciones afectan al desarrollo?

O en términos sociológicos: ¿Considera usted que las instituciones favorecen el cambio social? Sin pretender entrar en polémica con un economista que no disfruta al atender a razones epistemológicas, ni a la diferencia entre significado y significante; hemos de admitir que hablar de "desarrollo" de las sociedades es, cuando menos, un tema espinoso. Que se lo pregunten a un antropólogo.

Muchas veces durante los dos siglos pasados se ha venido fundiendo y confundiendo la idea de desarrollo con la idea de progreso. Un desarrollo es, básicamente y definido por un servidor, una sucesión diacrónica de acontecimientos o pasos. La idea de progreso, implica valorar positivamente un desarrollo determinado. Por ejemplo, la II Guerra Mundial se desarrolló entre 1939 y 1945. Sin embargo, no por ello deberemos tratar la II Guerra Mundial como un ejemplo de progreso. Yo, personalmente no lo haría. Los apologistas de la guerra contestarán que se produjeron avances científicos de los que ahora disfrutamos pacíficamente, como el radar o la energía nuclear; sin embargo considero que ese progreso en positivo no se materializa durante el conflicto, sino más bien durante las décadas de paz posteriores.

Independientemente de que un economista atienda o no a estas razones, el cambio social es uno de los aspectos más necesariamente estudiados en sociología. Es el motor de ese desarrollo o progreso en positivo al que se hace referencia desde una visión matemático-técnica de la sociedad. ¿O es una visión finalista? Basta ya de filosofía.

Navegando por la web he encontrado un trabajo concienzudo. Muy concienzudo. De esos que exigen tener todos los sentidos en alerta para captar profundamente todas las variables posibles. Se trata de un pequeño pero muy eficaz y clarificador resumen en el que Mayra Espina Prieto, Doctora en Ciencias Sociológicas por la Academia de Ciencias de Cuba, establece una clasificación de los cambios sociales atendiendo a diversas perspectivas.

Cuadro resumen del texto  


http://www.debatecultural.org/Observatorio/MayraEspina.htm--> El texto completo.

Este cuadro me ha ayudado a comprender la respuesta del sociólogo...

viernes, 11 de enero de 2013

España 1982-2011: Un acercamiento sociológico a la sociedad española y sus cambios durante las últimas tres décadas


Urbana, rica, moderna y secular


Hace treinta años, el PSOE llegaba al Gobierno tras unas elecciones que conmovieron los cimientos del mapa electoral, entonces en vías de construcción. Llegaba en un momento difícil con la inflación y el paro disparados, tensiones territoriales y la doble amenaza del terrorismo y el golpismo retroalimentándose, como lo evidencia tanto el número de atentados como el hecho de que en vísperas de las elecciones se descubriera y neutralizara una nueva intentona golpista. Y llegaba con un equipo muy joven, sin experiencia de Gobierno, pero con un proyecto de modernización, europeización y ruptura del aislamiento internacional para España que coincidía con el que había sostenido la inteligentsia progresista española desde principios del siglo XX.
 El lema de la campaña electoral del PSOE, “por el cambio”, ha sido quizá el más imitado desde entonces en España y fuera de ella. Pero en 1982 esas tres palabras poseían un magnetismo especial. En el plano simbólico, eran un llamamiento a la memoria que anunciaba el regreso al poder de uno de los protagonistas de la experiencia republicana. En el plano político, la apelación a un nuevo comienzo caracterizado por un ambicioso proyecto de reforma que exigía antes que nada poner término a los factores de inestabilidad e incertidumbre, lo que pudo abordarse con autoridad y eficiencia gracias al refuerzo de legitimidad que proporcionó la altísima participación electoral y el aval de más de diez millones de votantes. La reforma de las Fuerzas Armadas y la reconversión industrial fueron los primeros desafíos.
Los socialistas han gobernado durante dos de las tres décadas que ahora se cumplen desde la formación del primer Gobierno de Felipe González. Una tercera parte de ese tiempo han debido dedicarlo a enfrentarse con crisis económicas que afectaban a todo nuestro entorno: las de 1982-1984, la de 1992-1994 y la desencadenada en 2008, que sigue. Con todo, el PIB se ha multiplicado por algo más de cuatro y la renta per capita por algo más de tres llegando a igualar la renta media de la UE con un avance neto de alrededor de veinte puntos. Esas tasas de crecimiento nos dan una idea de los cambios que ha experimentado el país en este tiempo más allá de las reformas iniciales de la Administración y la Judicatura.
En primer término, el crecimiento de la población, que aumentó en casi diez millones entre 1982 y 2011, y su asentamiento en zonas urbanas donde residen ocho de cada diez españoles, lo que explica la desruralización del país y el peso decreciente del sector agrario (menos del 5%) en la economía, al contrario de lo que ocurre con el de los servicios, que ocupa a dos terceras partes de la población. Paralelamente a este tipo de cambios se ha producido también una seria transformación de la percepción que tienen los españoles de su identidad social, de modo que entre el 65% y el 70% se consideran parte de las clases medias.
Es bien sabido que el contacto diario hace más difícil percibir los cambios que se van produciendo en nuestro entorno. Por eso los mejores testigos, quienes mejor pueden evaluarlo son los viajeros que visitaron España a principios de los años ochenta y vuelven ahora. Descubren con asombro que las viejas carreteras han dejado paso a las autovías, que se puede viajar por ferrocarril porque los trenes suelen ser puntuales, limpios y rápidos, que el parque automovilístico es muy semejante al de las grandes ciudades europeas, que el equipamiento hotelero es de gran categoría, que hay más de ocho millones de ordenadores instalados y que el uso de Internet se generaliza con rapidez.
A veces, cuando se habla de la modernización del país se piensa solo en las infraestructuras y es cierto que la acumulación de capital físico en este periodo, gracias en buena medida a los fondos estructurales europeos, ha sido la mayor de nuestra historia. Pero la modernización afecta, sobre todo, al capital humano. Ha desaparecido el analfabetismo, se ha escolarizado a toda la población de entre cuatro y 16 años, se ha reducido de forma notoria la proporción de los que solo tienen educación primaria y ha aumentado de manera sensible la de los que han realizado estudios universitarios o superiores. El número de universidades se ha duplicado entre 1985 (38) y 2010 (77).
Pero quizá el cambio social más importante haya sido el de la incorporación de la mujer al mercado laboral con una presencia en la población activa que ha crecido en más de veinte puntos desde 1985. De igual modo es notable su incorporación a todos los niveles educativos en condiciones de igualdad con los varones. De hecho, los ha superado en el nivel universitario donde su presencia es ya más alta. Eso no ha impedido hasta ahora un trato salarial inferior en el sector privado y una mayor dificultad en el público para acceder a las posiciones más prestigiosas. Con todo, los avances en ese terreno son espectaculares, sobre todo en el plano político.
Los sociólogos son muy proclives a enfatizar las transformaciones que han tenido lugar en las estructuras familiares, en especial, el paso de la familia extensa a la familia nuclear. Es importante porque la familia constituye la unidad básica de la organización social y económica. Esa transformación no ha supuesto, sin embargo, una relajación de los vínculos de solidaridad interna como lo prueba el papel de amortiguador que ha desempeñado y sigue desempeñando la familia frente al aumento del paro y la precarización del empleo.
Una sociedad que ha pasado de rural a urbana, de pobre a rica y de tradicional a moderna comporta casi por necesidad un proceso de secularización mayor cuanto menor sea la capacidad de adaptación de la Iglesia. La religiosidad ha seguido desde los años de la Transición una línea inequívocamente descendente. Si en 1975 se declaraban católicos practicantes casi el 60% de los españoles, a principios de nuestro siglo se habían reducido a la mitad. Lamentablemente, no hay datos de los últimos años, pero sí la evidencia de que desde mediados de los años noventa la pérdida de practicantes se aceleraba. La influencia moral de la Iglesia se ha desvanecido.
Los intentos de normalización de la legislación de costumbres, la interrupción voluntaria del embarazo o el matrimonio entre personas del mismo sexo han tropezado con el rechazo de la Iglesia y la oposición de algunos partidos conservadores. Ni siquiera en estos se trató de una oposición unánime y las encuestas de opinión confirman, esas sí de forma unánime, su aceptación mayoritaria por parte de la población española. Ya lo hacían con la vieja ley del aborto de 1985. Las encuestas permitieron comprobar a los dirigentes populares, tras recurrirla ante el Tribunal Constitucional, que su propio electorado estaba a favor de la despenalización.
La sociedad española ha mostrado una extraordinaria flexibilidad al protagonizar esos cambios en una época de grandes mutaciones y turbulencias: el fin de la guerra fría, la revolución tecnológica y la globalización, los grandes movimientos migratorios y el vaciamiento del Estado-Nación cediendo competencias por arriba a las organizaciones supranacionales y por abajo a las regiones autónomas. Con mayorías absolutas o sin ellas, los Gobiernos de la democracia han gozado de una gran estabilidad lo que ha facilitado llevar adelante aquel programa de renovación nacional que anunció Felipe González para que “España funcione”.
Los dos logros de mayor trascendencia política y social de estos 30 años han sido el estado de las autonomías y el Estado de bienestar. La crisis afecta a ambas instituciones que requieren revisión, en particular la primera aunque solo sea porque son ellas las que llevan a cabo las políticas públicas relacionadas con el Estado de bienestar. Esa revisión, que permita superar la crisis haciendo sostenible un alto grado de cohesión social y de cohesión territorial requiere un gran esfuerzo de reflexión y otro por recuperar la presencia e influencia que tuvo España en Europa entre 1985 y 1995.
Julián Santamaría es catedrático emérito de Ciencia Política de la UCM, presidente del Instituto NOXA Consulting y fue director del CIS entre 1983-1987.

viernes, 4 de enero de 2013

Introducción a la teoría sociológica


Definición y objeto de conocimientoLa sociología se encarga del análisis científico de la estructura y funcionamiento de la sociedad humana o poblacion regional. (DRAE, 22.ª Edición, 2001)



Teorías sociológicas clásicas, s.XIX:
  • Positivismo: Durkheim ("Hecho social" mecánico y orgánico, clasificación sociedades)
  • Materialismo dialéctico: Karl Marx (Conflicto social por el acceso a bienes y servicios (En Historia "Lucha de clases"; "Superestructura"=Ideología; "Infraestructura"= Economía)
  • Sociología interpretativa: Max Webber, introducción del concepto de "Acción social" vs "Hecho social". Una "acción social" debe de tener sentido y destinatario. 

Metodologías básicas:
  • Análisis cuantitativo --> Análisis numérico, estadístico de los comportamientos humanos en sociedad. Sirve para encontrar problemáticas o conocer una situación concreta.
  • Análisis cualitativo --> Análisis de los comportamientos a través de las razones que llevan a los individuos al mismo.
  • Análisis comparativo --> Análisis de las correlaciones entre varios fenómenos cotejados. (nº hermanos/nivel educativo) 

Dos escalas básicas de estudio:
  • Nivel macrosocial: Cualquier estudio centrado en una sociedad en general, o en sus conjuntos u órganos más significativos cuantitativamente hablando.
  • Nivel microsocial: Cualquier estudio centrado en los subconjuntos (funcionalmente hablando) más pequeños de una sociedad.